La Pizza Entera

Crecer en San Fco de Macoris en los Sesenta y los setenta, como me imagino que en todos los pueblos de la Republica, era lo que se llama un placer inocente, las vacaciones eran para jugar pelota el día entero en el patio del Colegio Evangelico frente a mi casa; Cuando los Pastores que vivian en la casa del Colegio nos botában, "jarto" de comer del polvo que se les metía por las ventanas de todas las deslizadas que nos dabamos en segunda y en home, que aproposito quedaban pegados de la ventana de la casa, entonces nos tirabamos a la calle, a jugar al "robot" o a "cantarita", o en el tiempo que estaban haciendo las cloacas del pueblo, todas las calles tenían zanjas y una loma de tierra en todas las esquinas proveniente de las zanjas, lomas que aprovechabamos para jugar al rey de la Peña, no fueron dos ni tres las pastas de jabón de cuava que se gastaron lavando las ropas llenas de lodo despúes de cada revolcada del rey de la Peña que consistía que el que llegara primero a la cima de la loma era el Rey hasta que el otro lo tumbara.
Cuando nos sentiamos aventureros entonces nos ibamos de viaje, se armaban unos viajes a la "Pangola" un barrio que nos quedaba bastante lejos por ser pequeños pero que hoy no parece tan lejos, La famosa Pangola no tenía nada absolutamente que se le pudiera ver pero como era lejos era la unica razón necesaria para emprender la travesía.
Tambien emprendiamos viajes al la Cloaca una vez terminada, que era la planta de procesamiento de todo el desecho humano del pueblo entero, Era, me parece un procesamiento hidraulico atravéz de presion de aguas o algo por el estilo, que como ustedes sabran, para un niño de ocho o diéz años, no significaba gran entretenimiento, pero si nos daba un placer inmenso ver donde iba a parar tanta mierda!! y cual era el bulto de todas esas zanjas que nos torturaron quitandonos nuestras queridas calles por tantos años.
Pero el viaje mas placentero, era al rio, "Vamo' pa la finca'e' Munne" que no era mas que un arroyuelo que pasaba al final de la calle Duarte subiendo la loma y perdiendose en el campo por allá como a media hora de San Fco que era tremenda travesía; Al caer la tarde cuando regresabamos del río, como llegabamos con hambre, la bienvenida clasica de los Padres era, "muchacho y donde tu taba" acompañado de su respectivo silencio de parte de nosotros poniendo la "carota" para que nadie nos moletara, estrategia que se contraatacaba con la respectiva pasada de uña por la piel, de parte de la madre y si usted estaba cenizo venía senda pela y a acostarse sin cenar.
Pero las mas originales eran las comederas, en las casas, había dos cosas que no podían faltar, primero, el ciento de naranja, que se le compraba a un carretillero que pasaba todas las semanas para el respectivo jugo de desayuno y en la merienda de la tarde despúes del colegio, con excepción de la casa de Los Durán, donde Raúl y Rey Durán se metían un ciento completo de una sola pasada.
Y el respectivo postre que consistía ya fuera un dulce de "leche cortá", arroz con dulce, Jalea de batata, etc,.. Pero lo mas creativo era la calle, donde se encontraban chulitos, panecicos, mantecados, a tres por diez calienticos, hmmmm!!, los dulces de Jesús el dulcero valga la redundancia, el cual por alguna razón todavía inexplicable para mi, se dejaba dar la muela de un chamaquito de cinco o seis años y despúes de 17 "no!!" siempre se rendía y en seguida procedía a realizar unos de los actos mas placenteros de mi infancia dominicana, se bajaba la caja de dulces de la cabeza, siempre amortiguada por un paño envuelto que no botaba la forma por que parecía que ya venía usandose de generación en generación, abría el canape, le ponía la caja encima y como por arte de magia aparecían delante de ti un mar de dulces de todas las variedades guayaba, batata, de leche, etc,..con los ojos aguados de tanta belleza y listos para meterle la mano a la caja entera, siempre te hacía volver a la realidad la famosa frase de Jesús, nervioso por vernos la cara de ecstasis y loco por arrepentirse de su erronea decisión por que nunca le pagabamos, "Coje cinco chele na'ma' e'!!!".
Y asi los tiempos fueron pasando entre pelota, maroteos, dulces y aventuras cuando a mediados de los setenta aconteció un evento en San Fco que nos cambió a todos la vida para siempre, " La Pizzería La Sombrilla" no solamente por haber traido al pueblo una vaina tan buena como la pizza!! sino por que en medio de la adolescencia ya estabamos jartos de sentarnos en el parque a hablar plepla y necesitabamos un sitio nuevo donde darnos la pantalla, ver las muchachitas, jartarnos de pizza y planear la artimaña del día, que sitio tan perfecto!!!.
De ahi en adelante todo los planes se daban alrededor de juntar dinero para ir a La sombrilla, siempre claro está , en colecta por que no había poderes para uno bajarse una pizza solo, que eran a tres tablas , la de queso solamente, había que conformarse con una o dos porciones, bajarsela con un trago de refresco rojo "Country club"porque siempre eramos entre cinco y seis de los tigueres, una pizza y dos refrescos pero esta inconformidad esta falta de una pizza entera, esta jartura por mitad se olvidaba tan pronto veiamos entrar cualquier muchachita de las que estuvieran de moda en Macoris en ese entonces pero siempre me quedaba en la conciencia el deseo de jondearme!! una pizza yo solo, vaina de muchacho!! La sombrilla era un paraiso donde se juntaban todos los tigueres del pueblo entero antes de por si ya eramos muy unidos en el barrio y eramos bastante tigueres, amistad que conservamos hasta el día de hoy Martin, Mateo y Pantaleon, Elvis Glass, Ernesto y Oli Camilo, Carlos Martinez ( Que en paz descanse) Cesar y Raúl Fontana, Diocles Vargas, Rudy y Orlando Garcia, Ruben Martinez, José García, Jesús Emilio Almonte, mi hermano Bertico y yo, Los hermanos Grullón, Los Hermanos de Aza, Tuti, Chichí, Chery y Bule, en fin muchos tigueres de los cuales espero que no se me quede ninguno y los cuales compartiamos todo, para nosotros eso era primordial, siempre juntos, siempre cuidandonos unos con otros, por eso me mortificaba de sobre manera ese sentimiento de querer jartarme una pizza solo sin compartirla con nadie pero algo me decía que tenía que seguir mi instinto de muchacho; Al llegar La Pizzeria La Sombrilla, entonces Macoris entero se convirtio en un solo barrio y el grupo de amigos creció, mucho compartir todos como hermanos, muy bonito y mi mardita pizza?!!!.
Un día maravilloso despúes de haber vendido todas las botellas de refresco posibles y hacer todos los trucos que pude imaginar, por fin junté los tres pesos de mi pizza!!, me dirijí silencioso al lugar donde sabía, como dice la canción, eran aproximadamente las cinco de la tarde entro con sudores a la pizzería el pasillo hasta el mostrador me pareció mas largo que de costumbre, del otro lado del mostrador solo se distinguian unos dientes super blancos, cuando me acerco era el Russo, un prieto del sur, mas prieto que to' lo' prieto' como dicen, que de Russo no tenía nada un tiguere' ma' simpatico que er diablo, deciamos allá, me dice "oh!! muchacho y que tu hace aqui tan temprano?" A mi me encantaba hablar con el Russo pero ese día no tenía deseos de hablar, la presion de que no aparecieran los tigueres me tenía loco, le digo" todo bien mi pana" "aqui buscando una pizza para la familia" el Russo me termina la pizza en lo que pareció un tiempo interminable, me la pone en su caja, me la entrega, y se me queda viendo con una sonrisa maliciosa y me dice, "son tre peso loco", le pago rapidamente por que ya lo peso me jedían en la mano por el sudor, me voy caminando feliz, por que ya tengo mi pizza conmigo cuando de repente me acecha un descubrimiento que me llena de terror, donde me la puedo comer que no me vea nadie?!! pienso mientras camino mas apresurado dirigiendome hacía el barrio, cruzo el parque cuando justo me viene la idea, ahhh!! ya se", Radio Tiempo; Radio Tiempo era una emisora que quedaba frente a mi casa en un segundo piso, por donde entrabamos con libre alvedrìo porque, siempre estabamos llevandole agua y café a los locutores que vivían siempre en quiebra y por este intercambio nos dejaban poner hasta discos, que era algo muy emocionante, "listo", el plan está perfecto, pensé, voy llegando al barrio, se ve desolado, no hay moros en la costa, solo me falta, doblar la esquina, pasar la cuadra y llegar a la emisora, que es la parte crucial, al llegar a la esquina de la iglesia evangelica aprieto la caja un poquito mas de lo normal, por los nervios doblo la esquina y ahh!! sorpresa de mi vida, "to' lo' tiguere' " jugando al robot en la calle completa, parecia una mobilizacion contra balaguer, me paralízo a principio pero tengo que disimular, tengo que seguir caminando, trato de caminar normal, los tigueres siguen jugando, unos se me acercan, "que e jeso loco?" "na' eso e un mandao de la emisora" contesto y sigo caminando, alguien dice "uhmm, ete ta' raro" lo ignoro y sigo caminando, ya falta poco, otro privando en cientifico salta " yo creo que eso e' una pizza loco" me volteo nervioso y siento que me salen unas palabras por la boca, "oye ete!!" llego a las escaleras de la emisora, "casi me salvé" cuento las pisadas, me parecen interminables, abro la puerta de hierro que da a la emisora, entro no hay nadie en la recepción, perfecto!! chequeo hacía la cabina, solo esta "elvi' el vico" que era un loco que no hablaba casi, un poquito retardado diría yo pero que por alguna razón sabía poner musica, entonces eso era lo que hacía cuando no habían locutores, perfecto, entro a la cabina, ignorando a El Vico por yo se que ese no sabe lo que es una pizza, además nos dividía una pared con cristal, que aunque el me podía ver, no se podía mover por que no podía dejar los discos que se pusieran solos, ya no hay moros en la costa!!, pensé le doy la primera mordida al primer pedazo y siento como ese sabor a queso caliente me baja por la garganta, yo he probado quesos en mi vida pero como el de la sombrilla no creo que vuelva a existir, cierro los ojos me disfruto la pizza casi completa, me falta una ultima porción, ahhh!! que felicidad, haber cumplido este sueño, aunque me siento un poquito cupable por no haberle dado a los tigueres " pero no daba pa' todito y yo tenía que cumplir este sueño" me digo para amortiguarme el sentido de culpa, tomo la ultima porción en la mano, abro la boca feliz de realizar mi sueño cuando de repente siento la puerta de la cabina que hace un ruido y se abre, era elvi' el vico, me quedo mirandolo, "dime"? le digo, " que e' jesa vaina loco", " una pizza" le digo, "dame un chin"? me dice, el tiempo se paraliza, se me baja la sangre a los pies, le miro los labios cenizos del hambre, miro mi ultimo pedazo de pizza por ultima vez, la conciencia no me deja y extiendo el brazo, el vico se metio su pizza a la boca mas rapido que de carrera, bajo las escaleras a paso de tortuga por la jartura, no me siento tan mal, porque aunque no me la pude comer entera, me jarté, pero la culpa de no compartir con mis amigos me esta matando, me pongo triste cuando de repente me los encuentro a todos al la entrada de la emisora, me miran con ojos de reprimenda se que no me van a perdonar, bajo la cabeza y me dispongo a oir la tanda y la acabá que me iban a dar y quien sabe si talvez mi par de "coteses" en la cabeza, estoy dispuesto y preparado porque se que lo que venga me lo merezco cuando de repente escucho una voz que me dice, "loco, va a jugai o no va a jugai".